Vigencia de La última proclama del libertador Simón Bolívar

Fragmento de La última proclama del libertador Simón Bolívar

 

Al leer el siguiente texto, podemos tener una idea, de cómo el Libertador Bolívar, veía la sociedad VENEZOLANA. 

Podemos encontrar que consideraba cuatro grupos sociales:

“Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.”

Entonces, tenemos  estos grupos sociales:

1.  El Pueblo.

2.  Los gobernantes. (Políticos).

3.  Los Ministros Del Santuario. (de DIOS, JEHOVA DE LOS EJERCITOS, MI SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO Y SU ESPÍRITU SANTO)

4.  Los Militares.

Poco a poco, al leer podemos entender y comprender que de cada grupo, Bolívar, tenía una idea de cuáles eran sus funciones. Sin embargo, según, creo entender, el pueblo para él, era algo especial. En ese texto no le obliga a ninguna actividad, solo, de una manera mi cuidadosa, le dice “obedeciendo al actual gobierno (1830)” pueden ayunar a disminuir o eliminar la anarquía. A los gobernantes o políticos, les sugiere, muy sutilmente, dejar la anarquía o no aplicarla y, muy sutilmente, les dice, según DIOS me permite entender, que para ello, deberían tratar bien a los pueblos, para que éstos, no se revelen y les obedezcan. En tercer lugar, A los Ministros de DIOS (de DIOS, JEHOVA DE LOS EJERCITOS, SU HIJO MI SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO Y SU ESPÍRITU SANTO), los manda a  orar, y algo muy interesante, es que, tenía su creencia o entendía, que las oraciones deben ir  hacia el cielo. Esto me permite pensar o suponer, por la misericordia de DIOS, que Bolívar creía en un DIOS que estaba en los cielos. Y que  interesante, en mi Santa Biblia aparece que DIOS está en los cielos y que su hijo mi Señor y Salvador Jesucristo, está sentado a su derecha, allá arriba, en los cielos. (Salmo 115). Es propicia la oportunidad para citar la siguiente frece dicha por el Libertador, cuando el Gran Mariscal De Ayacucho fue muerto en una emboscada: "¡Santo Dios! ¡Se ha derramado la sangre de Abel!.... ". Esto me da la certeza que a pezar de su profesión, tenia conocimientos en Las Santas Escrituras. No me etreberia, a dicir, en estos momentos cual era su tndencia religiosa, pero me parece, que ra muy parecida a la Cristiana Evangelica, pues en su Última pocla, él hace reseña a enemigos, y en el mismo documento, les perdona, proceder  que caracteriza a los cristianos evangelicos "He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono..." . 

Sobre este tema Cita la Santa  Biblia:

"25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 
26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas."          Marcos  Capítulo 11


Y por último el Libertador Bolivar se dirige a los militares y les deja por escrito lo siguiente:

 “empleando su espada en defender las garantías sociales”.

 Que orden, no?  Firmada por el propio Libertador.

Documento que aún existe, y según creo, tiene validez, es legal. Redactado y finado por el propio Libertador. Creo, aunque no estoy muy seguro, es el más alto grado en la jerarquía cívico-militar, en la historia de la patria VENEZOLANA. Que autoridad puede derogar un documento en el país, de esta naturaleza o con determinadas características. Redactado o avalado bajo la firma, de la autoridad más alta, me parece, según creo, en la historia de la patria VENEZOLANA. EL GRADO O GERARQUIA DE LIBERTADOR DE VENEZUELA.  

Simón Bolívar,

Libertador de Colombia, etc.

A los pueblos de Colombia

Colombianos:

Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.

Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.

¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.

Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.